Croquetas gourmet donde las haya, cuyos ingredientes puedes combinar a tu gusto. Te doy algunas ideas, como de gambas al ajillo, carabineros, cangrejo o centollo, bogavante o langosta, almejas, navajas, incluso un toque de pescado. Esta receta te indica el modo y cantidades de marisco para que pruebes tus opciones con ella y consigas unas croquetas cremosas de lujo.

INGREDIENTES para 50 uds.:

75 grs mantequilla
1 ud cebolla
½ ud pimiento verde
1 ud pimiento choricero
75 grs harina
150 cc leche entera
300 cc nata
150 cc caldo cocción mariscos
125 grs langostinos
75 grs mejillones
50 grs chirlas
vino blanco seco
sal
pimienta
2 uds huevos
pan rallado*
aceite

* o también pan escamas estilo japonés (panko)

ELABORACION:

Empezar preparando los mariscos.
Pelar los langostinos, reservando las colas y haciendo un caldo con las cabezas y las chirlas, cociendo en agua unos 20 minutos. Retirar las cabezas. Desconchar las chirlas guardando su carne. Colar el caldo y reservar la cantidad de caldo indicada.
Limpiar los mejillones –desechando los abiertos o rotos- y abrir a fuego vivo con un poco de vino blanco en una sartén tapada. Sacar a medida que se vayan abriendo y desconchar. Reservar.
Finalizar la preparación de los mariscos picando finamente las colas de los langostinos y la carne de los mejillones y de las chirlas.

Proseguir con la masa de las croquetas.
Fundir en un cazo la mantequilla y sofreír la cebolla –rallada- y el pimiento muy picado, agregando también al sofrito la pulpa de choricero. Seguidamente, añadir la harina y rehogarla bien. Verter la leche, la nata y el caldo de cocción, removiendo hasta obtener una bechamel cremosa y consistente. En este punto incorporar la carne de mariscos picada y continuar cociendo y mezclando unos minutos. Salpimentar.

Volcar en una fuente extensa y plana y dejar enfriar, cubriéndola con papel film, en contacto para que no forme costra. Meter en el frigorífico varias horas, o mejor una noche.
Moldear las croquetas y rebozar a la manera clásica en harina, huevo y pan rallado o sólo en huevo y pan rallado (recomendado). Este último proceso –huevo y pan rallado- se puede repetir. En esta fase se pueden congelar.

Freír en abundante aceite muy caliente, deseablemente en una sartén de borde alto o un cazo en el que queden totalmente sumergidas en el aceite, para una fritura más uniforme. Si se congelaron en su momento, descongelar apenas un rato antes para una mejor cocción interior.

Se pueden acompañar con una ensalada ligera o patatas fritas.

Imprimir Receta
5 Me gusta