Seguramente la manzana es la fruta más utilizada en repostería. Existen numerosos postres basados en su presencia como ingrediente principal. La elaboración de esta receta es bastante sencilla, consiguiendo una textura suave y un agradable contraste entre la acidez de la manzana y el dulce de la leche condensada y el caramelo. Su degustación resulta exquisita.
INGREDIENTES para 8 personas:
3 uds manzana*
½ ud zumo limón
50 grs mantequilla
50 cc vino blanco seco
4 uds huevo
50 grs azúcar
150 cc leche entera
150 cc leche condensada
½ ram canela
200 grs azúcar (molde)
agua
*reineta o golden
ELABORACION:
Descorazonar, pelar y cortar las manzanas en pequeños trozos. Rociarlas con un poco de zumo de limón para evitar que se oxiden y oscurezcan. Sofreírlas lentamente en mantequilla unos 10-15 min., mojando a mitad de cocción con el vino blanco, hasta que estén blandas.
Mientras, batir los huevos con el azúcar y dar un hervor a las dos leches con la rama de canela, dejando infusionar unos minutos fuera del fuego. Volcar la leche templada sobre los huevos batidos, mezclando bien. Añadir el preparado de manzanas y echar todo en un robot, batiendo durante unos minutos, hasta obtener una crema homogénea sin grumos.
Rellenar un molde de 1,2 lts., previamente caramelizado con el azúcar, y hornear a 180ºC al baño maría unos 45-50 min. Comprobar la cocción pinchando con una brocheta, que debe salir limpia. Dejar enfriar y desmoldar.
Verter en el molde agua y calentar al fuego para fundir el caramelo residual, disolviéndolo bien.
Servir el flan, acompañado con el caramelo líquido.