Dicen que tienen su origen en Castilla-León, concretamente en Palencia, en la postguerra, cuando escaseaban los alimentos en muchas casas y sin embargo la patata era muy común en las cocinas, donde se elaboraban las patatas a lo pobre o viudas. Las patatas a la importancia contrastaban con ellas, reservándose para las ocasiones. De ahí su nombre. Se preparan en dos pasos: fritura y guiso.
INGREDIENTES para 6 personas:
3 uds patata grande
1 ud cebolla
2 dtes ajo
750 cc caldo de pollo*
150 cc vino blanco seco
2 uds huevo
harina
aceite
azafrán
perejil
sal
*o agua y pastilla
ELABORACION:
Pelar y cortar las patatas en rodajas (unas 24) de 7 mm, salarlas y rebozarlas en harina y huevo batido, friéndolas en abundante aceite hasta dorar. Reservar en papel absorbente.
Pelar y picar la cebolla y los ajos y sofreír con un poco de aceite en una cazuela grande y baja. Añadir una cucharadita pequeña de harina y rehogar. Verter el vino y hervir ligeramente para evaporar el alcohol. Agregar el caldo y el azafrán. Calentar y rectificar la sazón.
Disponer las rodajas de patata en la cazuela (el líquido debe cubrirlas). Cocer por 20/30 min. a fuego medio, moviendo la cazuela de vez en cuando, hasta que las patatas estén hechas (comprobar pinchándolas con un tenedor), esparciendo el perejil picado hacia el final. Servir en una fuente.


	
	
	
	
	
	
