Este postre de chocolate elaborado en el horno es lo más clásico de la pastelería internacional. Ideal para los adictos al chocolate. Una auténtica tentación para que sucumban sus amantes. Tristemente, es un plato que está desapareciendo de la carta de los restaurantes dando paso a las espumas y a los sifones para conseguir texturas parecidas, pero que quedan un poco lejos de esta creación legendaria, cuyo origen data del siglo XVIII.

INGREDIENTES para 6 personas:

210 grs chocolate negro (66%)
200 cc leche entera
2 uds yema de huevo (40 grs)
10 grs fécula de maíz
6 uds clara de huevo (180 grs)
60 grs azúcar

Para los moldes:
mantequilla
azúcar

ELABORACION:

Preparar los moldes, untándolos –fondo y paredes- con mantequilla una primera vez y enfriándolos en la nevera. Volver a untar una segunda vez con mantequilla y tapizar con azúcar, vaciando el resto.
Fundir el chocolate al baño maría o en el microondas a cortas ráfagas de 30 seg. Llevar la leche a ebullición en una cacerola. Batir las yemas con la fécula y añadir la leche caliente, devolviendo la mezcla a la cacerola para un breve hervor. Fuera del fuego, agregar el chocolate fundido y alisar la crema con una batidora de mano.
Con un robot o varillas eléctricas, montar las claras a punto de nieve dura. Añadir 1/3 de las claras montadas a la crema con una espátula de goma. Incorporar el resto y mezclar con movimientos envolventes.
Rellenar los moldes dejando 1 cm. hasta el borde y hornear 15 min. a 190ºC.
Servir inmediatamente.
Se puede acompañar con helado de vainilla.

Soufflé mi-cuit: Si se quiere mantener el corazón poco hecho (coulant), reducir el tiempo de horneado a 10 min.

NOTA DEL AUTOR: Te recomiendo la lectura de mi post SOUFFLÉS. Después de leerlo te sentirás capaz de realizar con éxito cualquier suflé.

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