La elaboración no es difícil, pero sí algo laboriosa, pues la limpieza y corte de los calamares requiere un poco de dedicación. Hay quien no les quita la piel por atribuirle mucho sabor para el guiso. En todo caso, se utilizan todas sus partes carnosas, incluidos los tentáculos. Si los calamares son grandes puede salvarse su tinta sin romper la bolsa al limpiarlos. Si no, el pescadero nos proveerá de las necesarias bolsitas de tinta.
INGREDIENTES para 8 personas:
2 kgs calamares
4 uds cebolla mediana
1 ud pimiento verde
2 dtes ajo
2 cs salsa de tomate
4 uds tinta
250 cc vino blanco seco
agua o caldo
pan rallado
aceite
sal
ELABORACION:
Picar la cebolla y poner a rehogar en una cazuela a fuego suave con un poco de aceite. Picar el pimiento y agregarlo algo después. Sofreír hasta que la cebolla esté dorada. Añadir el ajo hacia el final del sofrito para que no se queme.
Incorporar la salsa de tomate y la tinta disuelta en el vino blanco. Cocer unos minutos.
Mientras se va haciendo lo anterior, limpiar muy bien los calamares y cortar en trozos medianos, teniendo en cuenta que luego reducirán con la cocción. En una sartén, rehogarlos muy brevemente a fuego vivo y cuando la salsa esté preparada volcar en su cazuela.
Cubrir apenas, pues los calamares soltarán mucho líquido al cocer, con agua o –mejor- con caldo de pescado y hacer a fuego muy lento durante 1 hora, con tapa. Remover de vez en cuando para evitar que se peguen al fondo. La salsa debe quedar cremosa, pudiendo corregir su punto espesando con pan rallado o aclarando con más líquido. Rectificar de sal, que previsiblemente no será necesaria.
Se suele acompañar con arroz blanco.
TRUCO: Si quieres ablandar los calamares puedes ponerlos en remojo en leche durante unas horas, deseablemente la noche anterior